Por @tatta25

The New York Times publicó en 2009 un artículo sobre los nuevos hábitos adoptados por las familias estadounidenses con la llegada de la tecnología. El desayuno, por ejemplo, ya no es la prioridad en la mañana. Facebook, Twitter, el Blackberry y el portátil aparecen como los protagonistas desde las 6:00 a.m.

Una de las familias consultadas por el diario neoyorquino reconoció que antes de 2001 sus hábitos eran más tradicionales: ducha, desayuno e intercambio de palabras en la mesa antes de iniciar las jornadas académica o laboral.

Ahora, en cambio, unos cuantos minutos frente al PC o el celular son esenciales, casi una necesidad diaria, para esta familia antes del cara a cara.

En Colombia poco hemos leído al respecto. Pero, a juzgar por la tendencia de más y más colombianos conectados se podría deducir que en muchos de nuestros hogares la tecnología también llegó para cambiar nuestros comportamientos.

En mi caso, tan pronto me despierta la alarma del celular, lo tomo para revisar los correos que llegaron mientras dormía y leo las noticias más recientes en Twitter.

Sacar al teléfono inteligente, las redes sociales y al computador de mi vida es tarea imposible porque ya me acostumbré a ellos, hacen parte de mis rutinas y los necesito en mi trabajo periodístico diario, pero depender menos de ellos es uno de mis propósitos este 2012.

Esta fue una de mis uvas el 31 de diciembre pasado cuando comenzó a sonar la canción ‘Faltan cinco pa’ las 12′, interpretada por Anibal Velásquez, porque muchas veces me he encontrado ‘curucuteando’ mi BlackBerry sin un motivo aparente, sólo porque sí.

Pasadas las primeras seis semanas del año, sigo batallando con mi extraña relación con el BlackBerry, por no llamarla adicción, y  reorganizando mi tiempo para no descuidar ni mi vida virtual ni mi vida real. Pareciera entonces que una vez la tecnología llega a tu vida, difícilmente sale de ella porque te termina enredado en sus beneficios y en sus desventajas también.