Te compras un libro, de camino a casa lo tratas a cuerpo de rey, no vaya a ser que se doble algún canto o se rompa una página. Llega al hogar como si un nuevo miembro de la familia, esperando a que le hablen, a que estén pendiente de él. Puede que al momento no le hagas caso, hasta puede que pasen meses hasta que te dignes a hundirte entre sus páginas, pero allí está, esperando a que lo abras, a que leas todo lo que te tenga que decir, a que ensucies sus páginas y le dobles el lomo.
Ver la entrada original 539 palabras más