Por: Juan David Torres Duarte
Los periodistas no tenemos memoria. Hoy escribimos una nota y mañana apenas si recordamos, de modo muy vago, algunos detalles. Entonces se nos pregunta si sabemos de qué trata este o aquel tema y creemos, como haría cualquier aficionado, que tenemos todas las cartas en la mano. No es cierto, por supuesto. Un periodista alcanza a tener una visión general del asunto; cuando alcanza las profundidades, lo acusan de intruso, parcial, inequitativo. Los apelativos siempre son inútiles, por eso no hacen parte del debate. Sin embargo, y con qué galante astucia, nos miramos a las caras y creemos que la vida es tan simple como se ve en las palabras.
Buscamos que todos nos entiendan y a veces nadie nos entiende. Buscamos un lenguaje de fácil acceso, que todos puedan escudriñar, y a ratos lo único que logramos es una sentencia o un diálogo más…
Ver la entrada original 1.126 palabras más