Por: @kpdelahoz
Aunque no te conozco sé que pronto compartiremos rabias y frustraciones. Y no es que te desee ningún mal, es sólo que no creo que el operador de Internet y telefonía fija y móvil que tantos malos ratos me ha hecho pasar tenga un mejor trato para ti.
Hace unos días mientras intentaba enviar una foto por Instagram estuve a punto de convertirme en caso de estudio para la Nasa. Capturé un arcoiris y en el pie de foto decía ‘Así luce en este momento el cielo de Bogotá’. Sin embargo, a la velocidad de Claro corría el riesgo de que la imagen saliera publicada entrada la noche. Todo un fenómeno de la naturaleza.
Puedes pensar que exagero o que el problema era Instagram, pero también me pasa con Twitter, Gmail, Facebook y cuando intento acceder a una página web. Permíteme agregar que en mi antiguo puesto de trabajo no entraban las llamadas. Tenía que moverme varios metros para que mi teléfono inteligente tuviera señal. Sólo imagina los problemas que esto me generaba.
Para evitar aburrirte no me detendré en detalles sobre llamadas caídas, que serán muchas, ni hablaré sobre el servicio de Roaming Internacional que, debes saber, podrían facturarte sin que lo hayas solicitado. Hablemos de la atención al usuario. Hace unos días llamé al Call Center porque mi Internet fijo estaba peor que de costumbre. Entre 7 y 10 de la noche es imposible navegar a la velocidad por la que pago y si quiero ver series en línea o videos en Youtube simplemente tengo que resignarme a esperar a que carguen. Como si pagara por 5 megas para sentarme a esperar.
Volvamos a la llamada. Me recibió una grabación diciendo que había un problema en mi sector y que el servicio sería restablecido a las 11 de la tarde. Has leído bien. La grabación decía 11 de la tarde. Yo conozco 11 de la mañana y 11 de la noche así que me imaginé que 11 de la tarde se trataba de un eufemismo para decir que arreglarían el problema cuando quisieran. La mujer que me atendió, y con la que no fui amable, me dijo que no había problemas en mi sector. Entonces le pregunté por qué alguien pondría una grabación anunciando que si los había y por qué yo no podía navegar. Finalmente, y después de muchas vueltas dijo que el problema era nacional y que “la navegación estaba un poco lenta, pero que yo tenía servicio”. Para ella tener servicio era que las páginas quedarán en estado de carga permanente.
No puedo ser injusta con Claro, habrá noches en que la conexión funcionará mejor, pero el servicio será intermitente. Ante los otros problemas puedes pensar que esto no es tan grave, aunque si estás pagando por una promoción de tiquetes que no pensaste conseguir y se cae Internet mientras haces la transacción seguro replantearás tu escala de lo aceptable y de lo inaceptable. ¿Sabes lo que es el colmo? Que llames a quejarte por la situación anterior y se caiga la llamada. ¿No lo crees posible? También me pasó a mí.
La solución de los operadores, cuando logres comunicarte, será “cambiarte de frecuencia” porque la que tienes asignada está saturada. Y así cada noche que llames por el mismo problema. Debo agregar que en muchas ocasiones no tendrán sistema y deberás volver a llamar para acordar una nueva revisión.
Tal vez, como yo, sentirás rabia al ver la publicidad del operador donde quiera que vayas. En el aeropuerto, en los centros comerciales, en la televisión, en las páginas web que visitas. Te preguntarás cómo pueden seguir ofreciendo su servicio si no son capaces de arreglar los problemas de los usuarios que ya tienen, pero el colmo será que actualices la versión de tu Android y el sonido predeterminado para todas las notificaciones sea el de la publicidad de Claro. ¿No me crees? No exagero, no tengo tanta creatividad.
Y si el servicio que adquieres es para tu empresa, tal vez te interesaría saber que el Sena, como lo registra Juan Fernández en su ‘Movida de los negocios’, “está incómodo con el contrato que tiene con la compañía de telecomunicaciones”. Lo cual demuestra que ni siquiera un contrato millonario con Claro garantiza un buen servicio.
No habría querido estar en el lugar del Sena el pasado 17 de mayo. Ese día abrieron 36.000 cupos para programas de formación titulada y los interesados tuvieron problemas para acceder a la página de SofíaPlus a inscribirse. Todo cortesía de Claro.
Te preguntarás si los servicios que dejas de recibir se ven reflejados en una disminución en el monto de tu factura, y de momento la respuesta es no. Por eso la única solución es denunciar los abusos para que haya sanciones. No es la solución ideal, pero parece ser la más efectiva. Puedes poner tus quejas ante Claro y llevar los problemas no resueltos ante la Superintendencia de Industria y Comercio.
Antes de terminar tal vez te gustaría saber que Claro finaliza sus balances anuales con ganancias que bordean los $10 billones (Algo deberían invertir en mejorar su pésimo servicio postventa). La cifra la tomé del artículo ‘Claro, un dominio sin riesgo’, en el que también señalan que la SIC le abrió a Claro 464 investigaciones en 2012 y que la compañía ha disminuido en 4,38% su participación de mercado. Dentro de poco tendré el placer de hacer parte de la última cifra.
Querido nuevo usuario de Claro, lamento no tener nada bueno que decirte sobre la decisión que has tomado. Nos vemos al final de la cláusula de permanencia.