No hay nada más común desde la llegada de Facebook a nuestras vidas que escuchar a las amigas decir o quizá otros nos escuchan a nosotros decir: «Espera, espera un momento. Déjame y me arreglo, que esta foto va para Facebook».
Tampoco falta quien ladea la cara para encontrar su mejor ángulo, posar como modelo profesional y soñar desde que suena el obturador de la cámara con los comentarios que generará su imagen, esa donde presume de una playa internacional, de la ropa nueva que compró y hasta del galán con el que se besó.