Por @Kpdelahoz
Una mujer se lanzó de un segundo piso y un menor desapareció en medio del caos generado en la madrugada de hoy sábado 3 de diciembre en Villavicencio (Meta), después de la falsa información, replicada a través de las redes sociales, que dio cuenta de una avalancha por el desbordamiento de un río. La apertura de una represa habría generado la arremetida del lodo, se argumentaba en los mensajes.
«Sería maravillo dar con esos sinvergüenzas», afirmó Darío Vásquez, gobernador del Meta, en referencia a los autores de la broma que generó un estampida, y que por poco desencadena una tragedia.
Empecemos por la presunción de inocencia. En el remoto pero siempre posible caso de que quien inició la cadena tuviera algún motivo para creer que la amenaza era real, y suponiendo que hablamos de un ciudadano corriente sin ningún interés en afectar a Villavicencio, el mensaje no habría alcanzado la dimensión de estampida sin la ayuda de los ciudadanos que lo replicaron dándolo por cierto, sin confirmar antes.
Este caso se suma a un largo listado de mentiras dadas por ciertas en las redes sociales. Las más recientes son la presunta libertad del confeso violador y asesino de niños Luis Alfredo Garavito, la supuesta muerte del humorista Juan Ricardo Lozano ‘alerta’, así como el falso deceso del zar de las esmeraldas, Víctor Carranza.
Cuando estos rumores llegan a las salas de redacción y los ciudadanos, que no le comen cuento a las redes sociales, empiezan a preguntar a sus medios de referencia si hay algo de verdad en las aseveraciones que corren como pólvora, los periodistas tienen el reto de confirmar la información a contrarreloj para dar una oportuna respuesta.
- El Manual de Estilo para Nuevos Medios tiene algunas recomendaciones para estos casos, que incluyen tres categorías: verificar la fuente, seguir el dato y corroborar la historia.
- Colombia Journalism Rewiew también ofrece tips y recomendaciones de expertos,
- y el College of Journalism, de la BBC, comparte sus procesos para verificar el contenido de los medios sociales.
No puedo cerrar este post sin recordar una frase que leí recientemente:
«El problema de las frases en internet es que no puedes confirmar su validez»: Abraham Lincoln. No está de más recordarle a generación de Justin Bieber que Lincoln murió un siglo antes de que la humanidad supiera qué era internet.