Por @tatta25
¿Por qué bloguear? Esa es una pregunta frecuente no sólo entre estudiantes de Comunicación Social y Periodismo sino entre periodistas en ejercicio.
Bloguear es, según la literatura tecnológica, escribir con frecuencia en plataformas especializadas sobre diversos temas: desde lo muy personal hasta lo muy noticioso. Para mí es además una terapia creativa.
La respuesta que suelo darle a quienes me preguntan sobre la importancia de los blogs en el periodismo sigue siendo la misma: «Bloguear es lograr decir en unos cuantos, o muchos, caracteres lo que en otro lugar no tendría cabida, aquello que no sería publicable por espacio o ideología. Es no depender de la aprobación de un editor para hacer visible un texto, una fotografía o un video. Es también una constante innovación de escritura porque, a través del blogging, se obliga a la pluma a reinventarse cada tanto».
Bloguear termina convirtiéndose en una adicción: tan pronto diseñas una bitácora creas también un pequeño monstruo que se te sale de las manos hasta dominarte. Te exige que estés pendiente de él cada tanto. Por eso, cuando te vas y lo abandonas, te reclama hasta hacerte sentir culpable. Al final terminas cayendo de nuevo en sus redes y haciendo lo que él quiere que hagas: lo actualizas, lo chequeas cada hora y lo mimas con cuanto gadget necesite.
Para los estudiantes, que apenas se están formando como periodistas, un blog debe convertirse en su mejor medio para mantenerse al día de la transición por la que atraviesa el periodismo, para poner en práctica los conocimientos adquiridos en el aula y para ejercer desde ya como periodistas, sin tener que esperar a recibir el diploma. Aplazar para la semana después de la graduación la inmersión en los medios sólo reducirá las opciones de encontrar un buen trabajo.
Estas palabras no son más que una invitación para que si eres estudiante (y periodista en ejercicio también) abras un blog, o lo retomes y actualices si lo abriste hace mucho, pero lo olvidaste a las pocas semanas. Que el blog se convierta en un proyecto personal más allá de las aulas y que lo alimentes hasta convertirlo en tu mejor carta de presentación.
¡Toma en serio el blog!
PD: Comparto esta lectura con consejos para convertirse en un bloguero profesional.