Por Tatta25
Abraham Lustgarten, reportero de ProPublica, les dictó en diciembre pasado una clase a los estudiantes del máster en Periodismo de Investigación, Datos y Visualización, en Madrid, sobre metodología de la investigación periodística. El estadounidense compartió parte de sus rutinas tomando como ejemplo las historias que ha publicado desde 2010 sobre el derrame de petróleo en el Golfo de México.
Lustgarten hizo especial énfasis en el proceso de verificación de datos aplicado al cubrimiento del desastre natural causado por la British Petroleum (BP) y mencionó las enseñanzas de John Bennet, uno de sus profesores en la Facultad de Periodismo en Columbia (Nueva York) y quien también se desempeña como editor en The New Yorker.
Lustgarten contó cómo el equipo de verificación de datos de The New Yorker ha hecho carrera hasta ser considerado un Olimpo periodístico que no deja pasar por alto un dato y publica con la certeza de haber verificado cada palabra escrita. Es decir, los empleados de ese departamento se cercioran de que cada uno de los vocablos de una pieza no sean solo una estrategia narrativa del autor para adornar a costa de la veracidad de los hechos. Si bien ProPublica no cuenta con un equipo similar, Lustgarten dijo que cada periodista se responsabiliza de su propio ‘fact checking’, corroborado una vez más por los editores.
Retomando las lecciones de su profesor Bennet, Lustgarten contó algunos aspectos del proceso de verificación que suele poner en práctica con sus textos:
- En un documento digital (un procesador como Word o una herramienta en línea como Google Docs), el autor suele subrayar o colocar en otro color los datos que requerirán una revisión posterior. Por ejemplo, cifras sacadas de contratos, galones de petróleo derramado, fechas, número de reuniones, etc.
- Las citas de las fuentes también suele colocarlas en colores distintos para, cuando inicie el proceso de verificación, asegurarse de que fue eso lo que le dijeron sus entrevistados. Lustgarten vuelve a los apuntes o grabaciones, cuantas veces sea necesario, para evitar imprecisiones.
- Otra práctica que este autor compartió es la de enviarles a sus fuentes, vía correo electrónico, las citas que usará para sus textos con el ánimo de confirmar que fue eso lo que quisieron decirle y evitar interpretaciones descontextualizadas durante la redacción de sus reportajes. El investigador aclara que no les envía sus piezas completas porque sería una práctica antiperiodística. Sólo envía las citas, especialmente en temas delicados donde se esfuerza mucho más en no dejar cabos sueltos.
- El autor también suele hacer doble chequeo de los nombres y apellidos que aparecerán en sus historias, no sólo evitando que salgan publicados con erratas o fallas de ortografía sino para asegurarse de que cada atribución corresponda a su respectiva fuente. Como suele trabajar reportajes polifónicos (múltiples fuentes humanas y documentales) se esfuerza aún más en el chequeo de las atribuciones.
Otros consejos que Lustgarten compartió sobre el proceso de investigación periodística fueron:
- Buscar un ángulo distinto: él inicia sus investigaciones preguntándose qué aporte diferente al dado por las historias ya publicadas puede lograr con sus trabajos. Para explicarse mejor se valió de la siguiente comparación: el periodista de un medio local, de publicación diaria, podría quedarse sólo en la equivocación del obrero de la British Petroleum (BP) para contar el desastre de 2010, pero el periodista de investigación, aquel que quiere contar esa misma historia con más elementos, deberá encontrar el porqué de esa tragedia ambiental y cocinar su trabajo a ‘fuego lento’ hasta estar en capacidad de narrar la mayor cantidad de fallas del sistema corporativo de BP y los pocos controles gubernamentales que permiten la existencia de esas fallas.
- Hipótesis de trabajo y listado de fuentes: una vez se ha formulado una hipótesis de trabajo, Lustgarten elabora un listado de fuentes para saber quiénes serán las personas y cuáles serán los documentos que comenzarán a darle respuestas a los interrogantes de su investigación (Notas periodísticas publicadas, trabajadores de la compañía investigada, extrabajadores, periodistas locales, asociaciones de profesionales, académicos, políticos, legislación vigente, lo que dice la gente en redes sociales, etc).
- Tener paciencia y valorar la información off the record: Lustgarten aconseja valorar a esas fuentes que se tomarán el tiempo de contarle al periodista lo que saben, pese a que no le den autorización para citarlos ni citar lo que cuentan. Para el investigador de Propublica este tipo de entrevistas son medulares porque ayudan a entender la situación y a dar luces sobre las fuentes que deben consultarse posteriormente para sacar adelante la investigación.
Algunos recursos para aprender más sobre verificación de datos y hacer un mejor trabajo periodístico:
- [E-book] El proceso de verificación de datos en The New Yorker
- La web de Craig Silverman
- Regret the Error en la web del Poynter Institute
- Verification Handbook
- Fact Checking en The New Yorker
- Fact Checking en Australia
- Tips para hacer verificación de datos
- 7 maneras de facilitar el proceso de verificación
- Verificación de datos en tiempos de Internet
- El oficio de un fact checker