Por: @kpdelahoz
Por años he disfrutado cada película de Pixar sin detenerme a pensar que detrás de la pantalla hay alguien luchando para que los creativos sean libres de realizar su trabajo.
Alguien tiene que protegerlos de quienes no creen en lo nuevo, de los que le tienen miedo al cambio, de aquellos que creen que las fórmulas del pasado pueden salvar a una empresa creativa. Alguien debe permitirles pasar de un mundo de juguetes que hablan (Toy Story), al comando central de las emociones humanas (Inside Out), pasando por los ratones que cocinan (Ratatouille), los autos de carreras (Cars), los robots (WALL•E), los niños exploradores (Up), los monstruos (Monsters, Inc.), etc.
El gestor de la hazaña es Ed Catmull, cofundador de Pixar Animation Studios y presidente de Pixar Animation y Disney Animation. Catmull es el autor de Creatividad S.A., un libro en el que expone cómo es la vida al interior de Pixar. Fue refrescante saber que han fallado muchas veces; que se han equivocado y que han corregido el rumbo; que han llegado a los que parecían callejones sin salida para luego ver la luz al final del túnel. Que nadie me malinterprete, no me divierte el sufrimiento ajeno; me place ver cómo una empresa es capaz de sortear todo tipo de obstáculos para hacer un trabajo brillante. Eso me devuelve un poco la fe en la gestión.
En Creatividad S.A, Catmull expone los principios que rigen el trabajo en Pixar y las cualidades que él considera indispensables para dirigir una empresa creativa. A continuación un poco de ambas:
- Si pones una buena historia en manos de un equipo mediocre este la arruinará. Si das la historia mediocre a un equipo brillante, este la arreglará o la dejará de lado y saldrá algo mejor.
- Encontrar a la gente adecuada es más importante que tener una buena idea.
- Decir la verdad es difícil, pero en una empresa creativa es la única manera de garantizar la excelencia.
- Créame, usted no debería estar en una empresa en la que vea más franqueza en los pasillos que en las salas de reuniones donde se plantean las ideas fundamentales o la política empresarial.
- Los errores no son necesariamente malos. No son malos en absoluto. Son la consecuencia inevitable de hacer algo bueno.
- Las personas que planifican en exceso simplemente tardan más tiempo en equivocarse.
- Tener demasiado miedo al riesgo hace que muchas empresas dejen de innovar, que es el primer paso hacia la irrelevancia.
- Sus empleados son inteligentes, por eso los contrató. Así que sea consecuente en su trato con ellos.
- Una forma de medir nuestro éxito como gerentes es examinar a las personas de nuestro equipo y mirar cómo trabajan juntas. ¿Se unirán para resolver problemas? Si la respuesta es sí, la gestión es buena.
- Parte de nuestro trabajo como gerentes es hacer que la gente comprenda que la grandeza surge con fases más humildes.
- Debemos afrontar problemas inesperados con respuestas inesperadas.
- Nadie logró el éxito creativo aferrándose a lo que antes había funcionado.
- Nunca se topará con lo inesperado si se limita a lo familiar.
- El miedo a ser enjuiciados obstaculiza la creatividad.
- Si hay gente en su organización que cree no ser libre para expresar sus ideas, usted sale perdiendo. No descarte las ideas que provienen de fuentes inesperadas. La inspiración puede venir, y lo hace, de cualquier parte.
- Muchos directivos consideran que si no les notifican los problemas antes que a los demás se está cometiendo una falta de respeto hacia ellos. Quítatelo de la cabeza.
Mientras leía a Catmull tuve ganas de repetirme cada película de Pixar. Creo que me dedicaré a ello mientras espero la historia de amor entre Woody y Bo Peep.
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