Por: @kpdelahoz

Pensé que ser troll era una vocación hasta que conocí el departamento de servicio al cliente de Claro. Mientras escribo este post estoy en línea con una asesora. Sé que ella no tiene la culpa de una larga cadena de inconsistencias en mi servicio, pero no puedo evitar la ironía.

En esta ocasión, por segundo mes consecutivo, no he recibido la factura de mi servicio de telefonía fija e internet.

La solución.  No llega la factura, voy a un punto Claro la imprimo y la pago. Hablo del mundo ideal, por supuesto.

La realidad. Llego a un punto Claro en el que hay un computador para imprimir la factura y dos cajas para pagar, pero no puedo imprimir mi factura porque el servicio que deseo cancelar es el de Internet y telefonía fija (antiguo Telmex) y ese punto es sólo para celulares. Cómo si el cartel de la entrada dijera Claro Fijo o Claro Móvil.

La solución del asesor. Que vaya a otro punto -donde atiendan solicitudes para el antiguo Telmex- imprima la factura y pague. Me aguanto las ganas de cantarle un repertorio de improperios y me pregunto por qué la ineptitud del departamento de facturación tiene que afectar mi tiempo.

Este no es el principio ni el fin de la historia. En noviembre tampoco recibí la factura y la asesora que me atendió me aseguró que un error en mi dirección, la causa del problema, había sido solucionado. Todo para comprobar un mes después que el error en la dirección seguía ahí.

La de noviembre no es la única asesora de Claro con problemas de concentración que me ha atendido. Cuando contraté el servicio tomaron mal mis datos y en consecuencia no lo instalaron en la fecha prevista. Las dos reprogramaciones siguientes fueron fallidas, luego llegó la fatídica intervención del departamento de redes sociales, me aseguraron que los técnicos llegarían a mi casa a una hora específica, y lo hicieron tres horas después.

Esa historia me daría para una úlcera y otro post, mejor volvamos a la llamada con la asesora.

La sorpresa. Le doy mi correo para que me envíe la factura y le pido que espere en línea a que la reciba -no quiero que algo falle y tener que comunicarme nuevamente-.

Llega la factura, la abro y tengo un cobro adicional por Consumo LD y Móviles. La historia me es familiar. Me cobran por un servicio de larga distancia que no uso ni quiero, y eso también se lo había dejado Claro a otro asesor que me atendió en noviembre.

Fase Troll. Con Claro he comprobado que para un usuario calmado nunca hay solución, uno tiene que gritar y volver a gritar para que los asesores se tomen el trabajo de buscar alguna alternativa y ofrecerla. Eso me pasó esta noche: pasamos de que yo había contratado el servicio y tenía que pagar por él a que ya había quedado cancelado. ¿Será que esta vez sí? o tendré material para convertir en TT el hashtag #TeMientoComoClaro.

*Nota 1: Te quejas en redes sociales y a las semanas aparecen para saber cuál era tu inconformidad. Mi inconformidad es que no hacen bien su trabajo. No quiero hablar con asesores robots. Pago por el servicio más caro del mercado, lo único que quiero es que funcione.

*Nota 2: A la asesora que me despertó a las 8 de la mañana en mi último día de vacaciones para recordarme que no había pagado la factura le deseo una Feliz 2013.