Tener un día para recordar la violencia y discriminación en contra de la mujer es quizá uno de los pocos ‘caballos de batalla’ que le queda a este género, históricamente golpeado, maltratado, burlado e irrespetado.
He visto de todo. Mujeres víctimas de violencia intrafamiliar y sexual, agredidas por sus parejas, desplazadas, acosadas en sus trabajos, obligadas a prostituirse, atacadas con ácido e incluso abuso a menores.