GPT4o, Google I/O,  escritura no-creativa y una cafetera nueva

Estos son algunos recomendados de mi consumo de información de la última semana. También se dañó mi cafetera eléctrica, el objeto eléctrico más relevante en mi rutina diaria después de mi computadora y mi celular. Cuando se dañó traté de calcular por cuántos años usé ese electrodoméstico. Fueron al menos 7. Mientras asimilaba la pérdida pensé en No cosas, de Byung Chul Han. También recordé que hace algunas semanas mi taza verde, la taza en la que tomaba café, se partió. En fin, compré una cafetera parecida a la que se dañó, no había una igual, y uso otra taza verde. Ambas, la nueva cafetera y la nueva taza, se sienten como impostoras. Lo sé; nada de esto tiene sentido. Qué extraños son los afectos que desarrollamos por los objetos. 

[GPT-4o] OpenAI lanzó GPT-4o. El modelo acepta texto, audio, imagen y video y genera cualquier combinación de texto, imagen y audio. Está disponible para quienes usan ChatGPT gratis y para los usuarios de ChatGPTPlus. Es más rápido GPT-4, y más barato y eficiente que otros modelos disponibles en el API de OpenAI.

Profesores, tutores y tíos que ayudan a sus sobrinos a hacer tareas: por favor, miren este demo. Esta fue mi primera reacción: 😯. Luego pensé en el nivel de disciplina y autodisciplina que requiere una interacción de este nivel. No es casual que el fundador de Khan Academy sea quien aparece en el video. Pensé en la importancia de que los docentes encontremos usos relevantes a la inteligencia artificial. Pensé en la importancia de formular preguntas claramente, lo cual -no nos digamos mentiras- no es una habilidad universal. Por último, pensé en la diferencia entre transmitir conocimiento y transmitir amor por el conocimiento, ¿será que las máquinas también hacen esto último?

Si quedaste con ganas de más demos, te sugiero este sobre el uso de GPT-4o para aprender idiomas y para traducción simultánea. Y bueno, los que dicen que la película Her, de Spike Jonze, es cada vez más real, seguro vieron este demo y este otro.

[Google I/O] La semana fue turbulenta para quienes tratamos de estar al día con los cambios en los principales modelos de inteligencia artificial generativa. Barry Adams dedicó una parte de su newsletter, Seo for Google News, a hablar sobre el anuncio de Google de desplegar su experiencia de búsqueda generativa para los usuarios de Estados Unidos. Esto quiere decir que Google va a resumir las noticias para los usuarios directo en el buscador, y que muy pronto, el tráfico de búsqueda, la cantidad de usuarios que llegan a un sitio gracias Google, se va a desplomar. Casey Newton le dedicó una entrada de su newsletter a este tema, la puedes leer aquí: Google’s broken link to the web. Adams y Newton destacan dos frases con las que me quedo:

“As we expand this experience, we’ll continue to focus on sending valuable traffic to publishers and creators.”

“Let Google do the Googling for you.”

[MISCELLANEOUS] Me encontré este reporte de Pew Research: When Online Content Disappears. Aproveché un trayecto en avión para escuchar este episodio del pódcast Hard Fork: OpenAI’s Flirty New Assistant + Google Guts the Web + We Play HatGPT y este episodio de What’s New, de Wired, Prepare to Get Manipulated by Emotionally Expressive Chatbots.

[TOOLS] Me gustan las páginas de status de las tecnológicas. Esta semana, probando GPT-4o, experimenté varios fallos en el Playground, una de las interfaces de OpenAI. Así llegué por primera vez a la página de status de OpenAI, puedes consultarla en este enlace: https://status.openai.com/ 

[LIBRO] India Molina, periodista y productora, me recomendó Escritura no-creativa, de Kenneth Goldsmith. Goldsmith plantea que en la era digital no necesitamos ser creativos en el sentido tradicional, pues los escritores pueden reorganizar, recontextualizar y reutilizar textos existentes. Me encantaron sus propuestas disruptivas de ejercicios de clase. Leyendo la introducción volvieron a mi mente el libro Roba como un artista, de Austin Kleon y el documental Todo es un remix.

[VIDA DIGITAL] Me identifico con este tuit de Nicholas Diakopoulos: “tenemos que hablar sobre el colapso total y completo de cualquier capacidad para resolver los problemas en tiempo real haciendo una llamada telefónica. ¿Alguien ha escrito el artículo «se acabaron las llamadas de voz» y me lo he perdido?”

Yo tampoco entiendo en qué momento decidimos dejar de llamar por teléfono. Muchas comunicaciones personales y profesionales podrían tomarnos dos minutos en una llamada de voz; sin embargo, decidimos abordarlas a través de mensajes erráticos que van y vuelven por horas o incluso días a través de Whatsapp. Por su parte, las compañías que nos prestan servicios nos someten a chatbots desarrollados a medias o a interactuar con humanos poco diestros en las aplicaciones de mensajería.

Llamar a personas que no conocemos o que probablemente no tengan nuestro número registrado es harina de otro costal. En Colombia, por ejemplo, las llamadas de números desconocidos se volvieron sinónimo de estafas, extorsiones y de ofertas no deseadas de bancos y compañías de teléfono móvil. Lo siento Antonio Meucci, esto hicimos con tu tecnología. 

De mi consumo cultural: Vi Anatomía de una caída, dirigida por Justine Triet. Seguí disfrutando de los intrincados caminos que propone Beef, de Lee Sung Jin. Vi la primera parte de la tercera temporada de Bridgerton que, me imagino, será otro ‘éxito en taquilla’ de Netflix. Buscando las visualizaciones de la serie me encontré, por primera vez, con el Tudum, una página en la que es posible encontrar el Top 10 de series y películas más vistas en Netflix y filtrar por país.

Adenda: no puede publicar esta entrada en la mañana, como es habitual, porque Claro Colombia me dejó sin internet. El chat de Soporte que ofrece la compañía es una desgracia, una cosa mal hecha, un insulto a sus clientes. Inhalo paz, exhalo ira.


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