AUTOR INVITADO

Por Leonardo Rúa De la Hoz*

@rualeo

Póngase la mano en el corazón, mi querido lector colombiano. Responda si estuvo usted pendiente del encuentro entre las Farc y el Gobierno Nacional, en Oslo, Noruega,  para anunciar el inicio formal del proceso de paz.

Si la respuesta es negativa, cuestiónese por qué razón no le prestó atención al inicio del proceso, sabiendo de antemano que para Colombia es una fortuna que nuevamente se hicieran estos intentos cuando la última mesa negociadora con las Farc se reunió en el Caguán, bajo el gobierno de Andrés Pastrana, entre 1998 y 2002.

En ocasiones me impresiona la capacidad de olvido de la gente en el país, cuya guerra ha teñido indiscriminadamente de rojo las ciudades y el campo.

Otras veces me ‘choca’ la gente que cree que el conflicto armado está alejado de sus hogares, que nunca le tocará una muerte o la desaparición de un familiar. Y es que si no lleva la misma sangre no nos preocupa el hermano compatriota que sufre de cerca los horrores de la guerra.

Claro que hay indiferencia. Claro que hubo mucha gente que no se percató del evento en Oslo, de la posición del Gobierno de ajustarse a la agenda establecida en Cuba contra la idea de las Farc de discutir la desigualdad de la riqueza.

Créalo mi amigo que aún hay tiempo de recapacitar y no darle la espalda a los procesos que buscan la paz para el país.

Entérese de en qué consisten las leyes de reparación de víctimas y restitución de tierras aunque las Farc las cuestione, y de que el 15 de noviembre en Cuba es la próxima cita.

Para estar al tanto del proceso de paz siga el cubrimiento de:

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• El País

* Periodista, docente y redactor de la Casa Editorial El Tiempo. Texto publicado inicialmente en su columna semanal ‘Entre andamios’, en el diario ADN de Barranquilla.